La huelga que paralizó varios puertos chilenos por demandas laborales de sus trabajadores amenaza hoy con detener gran parte del flujo de importaciones y exportaciones de este país sudamericano.
Las movilizaciones comenzaron el pasado mes en las terminales de Angamos, en Mejillones, y San Antonio y luego siguieron Iquique, Antofagasta, Chañaral, Huasco y Caldera. Ahora se incorporó por “un período indeterminado” la Unión Portuaria del Biobío, que agrupa a los sindicatos de trabajadores de las instalaciones de San Vicente, Talcahuano, Huachipato, Coronel y Schwager.
Si el empresariado y el gobierno quieren poner fin a la situación deben estar dispuesto a dialogar “y solucionar las históricas demandas que tenemos los trabajadores del sector”, destacó un comunicado de la Unión.
El líder del Frente de Trabajadores Portuarios de San Antonio, Sergio Vargas, rechazó las críticas.
“Los empresarios están acostumbrados que el Estado les resuelva sus problemas (…) Los trabajadores de muchos puertos les hicieron sus peticiones a las empresas y ellos no atendieron la petición”, subrayó.
Vargas exigió el pago retroactivo a los empleados de San Antonio por concepto de almuerzos desde 2005 hasta 2013, como acordaron con el gobierno el pasado año.
Por su parte, los portuarios en Angamos acusan a la empresa Ultraport de impedir la sindicalización de los trabajadores de planta y de los llamados ‘eventuales’, cuyos contratos están entre los más precarios del sistema laboral chileno.